Por Nicolás C. Cárdenas, Felipe Sánchez, Francisco P. N. Lopes, Gustavo Machado

Publicado: 13 Junio 2022

La mayoría de los sistemas de vigilancia de enfermedades animales concentran sus esfuerzos en bloquear las vías de transmisión y rastrear los contactos infectados sin considerar el riesgo de transportar animales a áreas con un riesgo elevado de enfermedad. Aquí, utilizamos un conjunto de estadísticas espaciales y análisis de redes sociales para caracterizar el movimiento de animales entre áreas con un riesgo distinto estimado de circulación de enfermedades para, en última instancia, mejorar las actividades de vigilancia. Nuestro modelo utilizó brotes del virus de la Anemia Infecciosa Equina (VEIA), movimientos de caballos entre granjas y datos de paisajes espaciales de 2015 a 2017. Relacionamos la ocurrencia de EIAV y el movimiento de caballos entre granjas con variables climáticas que fomentan las condiciones para la propagación local de enfermedades. Luego construimos un modelo espacialmente explícito que permite que el efecto de las variables climáticas en la ocurrencia de EIAV varíe a través del espacio (es decir, no estacionario). Nuestros resultados identificaron áreas importantes en las que era más probable que los movimientos entrantes resultaran en infecciones por EIAV y propagación de enfermedades. Los municipios fueron entonces clasificados como de alto 56 (11,3%), medio 48 (9,66%) y bajo 393 (79,1%) riesgo espacial. La mayoría de los movimientos se dieron entre áreas de bajo riesgo, representando en conjunto el 68,68% de todos los movimientos de animales. Mientras tanto, el 9,48% se encontraba dentro de las zonas de alto riesgo y el 6,20% dentro de las zonas de riesgo medio. Solo el 5,37% de los animales que ingresaron a áreas de bajo riesgo procedían de áreas de alto riesgo. Por otro lado, el 4,91% de los animales de las zonas de alto riesgo procedían de zonas de bajo y medio riesgo. Nuestros resultados demuestran que los movimientos de animales y el mapeo de riesgos espaciales podrían usarse para tomar decisiones informadas antes de emitir permisos de movimiento de animales, lo que podría reducir las posibilidades de reintroducir la infección en áreas de bajo riesgo. Mas información en: https://onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1111/tbed.14627