Lengua azul serotipo 3, lengua azul serotipo 4 y 8, enfermedad hemorrágica epizoótica (EHE) y recientemente incluso algunos casos de ántrax: los ganaderos franceses se enfrentan a multitud de enfermedades que provocan una pérdida de productividad y fertilidad, así como la muerte de sus animales.
Francia está enfrentando una amenaza creciente para la salud animal con la aparición y rápida expansión de la enfermedad hemorrágica epizoótica (EHE). Este brote ha alarmado tanto a los ganaderos como a las autoridades sanitarias del país, lo que ha llevado al Estado francés a movilizar todos sus recursos para contener la progresión de la enfermedad y proteger a su valioso ganado. En respuesta a esta crisis sanitaria, el gobierno ha lanzado una campaña de vacunación masiva, centrada en las regiones más afectadas. A continuación, se detallan las medidas adoptadas y la importancia de la vacunación para frenar la propagación de la enfermedad.
¿Qué es la Enfermedad Hemorrágica Epizoótica (EHE)?
La EHE es una enfermedad viral, no contagiosa entre animales, que afecta principalmente a los rumiantes, como el ganado bovino y ovino. Es transmitida por vectores como ciertos tipos de mosquitos y provoca síntomas graves, como fiebre, inflamación de los tejidos blandos, hemorragias internas, e incluso la muerte en los casos más severos. Aunque no afecta a los humanos, las consecuencias económicas y sociales para el sector ganadero pueden ser devastadoras.
Desde la aparición de los primeros casos en Francia, la EHE ha mostrado una rápida expansión, lo que ha generado preocupación en las autoridades sanitarias y agrícolas del país. Las pérdidas de animales y la disminución de la productividad son algunos de los impactos más evidentes para los agricultores.
Estrategia de Vacunación: Una Respuesta Contundente del Estado
Con el objetivo de detener la progresión de la EHE en el territorio nacional, el ministro de Agricultura, Marc Fesneau, anunció la implementación de una estrategia de vacunación cuidadosamente diseñada en consulta con los sectores afectados. Esta estrategia se basa en la creación de una «zona de amortiguamiento de vacunación» que permita frenar la expansión de este virus entre otros y, al mismo tiempo, proteger las áreas que hasta ahora no han sido afectadas.
El plan incluye la adquisición de dos millones de dosis de vacunas, suficiente para inmunizar a un millón de bovinos. Estas dosis, adquiridas con un presupuesto estatal de más de 9 millones de euros, serán distribuidas de manera gratuita entre los ganaderos afectados. Esta medida es fundamental para lograr lo que los expertos denominan «inmunidad colectiva», la cual permitirá detener significativamente el avance de la enfermedad.
La zona de vacunación establecida por las autoridades francesas tiene un ancho de 50 kilómetros a lo largo del límite interno de la zona reglamentada, es decir, en las áreas donde ya se ha detectado la EHE y que corren mayor riesgo de expansión. Esta área se ha determinado de acuerdo con las recomendaciones del Laboratorio Nacional de Referencia de Enfermedades Vectoriales de la ANSES (Agencia Nacional de Seguridad Sanitaria de la Alimentación, el Medio Ambiente y el Trabajo), que ha identificado que una cobertura mínima de animales vacunados es crucial para que la estrategia sea efectiva.
El objetivo es que en esta franja de 50 kilómetros, al menos una proporción significativa del ganado sea vacunado, lo que permitirá crear una barrera sanitaria natural. Con dos millones de dosis, será posible proteger a suficientes animales en esta zona para obtener inmunidad colectiva y frenar significativamente la progresión de la enfermedad.
Uno de los pilares fundamentales de esta campaña de vacunación es la colaboración con los veterinarios. A partir de la próxima semana, los veterinarios en las regiones afectadas podrán comenzar a realizar pedidos de las dosis de vacuna para distribuirlas entre los ganaderos. La intervención rápida de los profesionales veterinarios será clave para garantizar que los animales sean vacunados a tiempo y con la eficacia necesaria.
Además, se ha diseñado un sistema de distribución de dosis que permitirá a los veterinarios priorizar las granjas en mayor riesgo, es decir, aquellas que se encuentran en la zona de vacunación de 50 kilómetros, donde la necesidad de inmunización es más urgente.