Nota Comercial de Dr-eckel

La lucha contra la propagación del virus de la peste porcina africana es actualmente una de las principales prioridades en todo el mundo. La propagación del virus plantea un serio desafío para la producción porcina, con la amenaza de grandes pérdidas. Las medidas de bioseguridad están diseñadas para evitar que el virus ingrese a la granja. Pero deben ser integrales, y eso incluye la transmisión a través de feeds.

La peste porcina africana (PPA) ha demostrado ser la mayor amenaza para la industria porcina en los últimos años. Se han reportado brotes y casos en cinco continentes y 35 países hasta el momento, y el virus se está propagando aún más, costando miles de millones de dólares en medidas de prevención y erradicación. La prevención es clave para controlar la propagación de la enfermedad. Las medidas de bioseguridad deben ser integrales para garantizar que no haya una brecha a través de la cual el virus pueda ingresar a la granja. En la mayoría de las operaciones, se implementan y observan medidas comunes de bioseguridad, es decir, restricción del movimiento de personas, protocolos de cuarentena para los animales que ingresan, control de plagas y regímenes de limpieza y desinfección.

Sin embargo, aparte de la estricta prohibición de la alimentación con desperdicios, a menudo no se consideran otras fuentes de alimentación, aunque la introducción del virus de la diarrea epidémica porcina (PEDV) en los Estados Unidos en 2013 demostró que las enfermedades porcinas pueden introducirse y transmitirse a través de la alimentación. Un análisis de riesgo reciente llevado a cabo por la EFSA (2021) concluyó que el virus puede sobrevivir en algunos tipos de alimentos para animales hasta 30 días y puede transmitirse a través de alimentos compuestos triturados y granulados, así como ciertos aditivos para alimentos. Esta posibilidad de transmisión a través del alimento constituye un vacío en las medidas de bioseguridad existentes que es necesario cerrar.

Se recomienda restringir el uso de materias primas provenientes de regiones afectadas por la peste porcina africana, pero puede que no siempre sea factible. Por lo tanto, la eliminación del virus de la peste porcina africana presente en los piensos tiene una gran importancia para la industria y debería formar parte de cualquier análisis de riesgos que se lleve a cabo en las fábricas de piensos y las granjas. De hecho, en su opinión científica, el panel de la EFSA recomienda “el cumplimiento estricto de los procesos de descontaminación y almacenamiento pertinentes para todos los productos que se trasladen de áreas afectadas por la peste porcina africana a áreas no afectadas” (EFSA Journal 2021, doi: 10.2903/j.efsa.2021.6558).

Estos procesos de descontaminación relevantes pueden incluir calentar alimentos o ingredientes a 70 °C durante 30 minutos. Retener el alimento y los ingredientes durante un período de tiempo adecuado sería otra posibilidad para garantizar la conservación del alimento. Pero todas estas medidas tienen sus propios inconvenientes. Esta es la razón por la que en los últimos años se han estudiado varios aditivos para piensos por su potencial para mitigar la transmisión del virus porcino a través del pienso. Estos aditivos incluyen productos químicos como formaldehído y ácidos orgánicos. Sin embargo, el formaldehído es muy controvertido debido a la seguridad de los trabajadores y su aplicación es limitada en la UE. ¿Hay opciones más naturales y sostenibles?

Más información en: https://www.dr-eckel.de/en/asf-phytogenic-power-for-safe-feed/